2012

Por Zahylis Ferro

Ha llegado el 2012 y con él las resoluciones. Y hoy, una semana después de las uvas y el champagne, por primara vez en este año, me golpeó la idea que parece estar en la mayoría de las cabezas desde finales del año pasado.

Pienso en resoluciones y recuerdo a mi amiga Arleny. Y me rio sola. Arleny, la buscadora de palabras “cómicas.” En mi opinión, la mayoría de las veces de cómicas las palabras que traía no tenían nada, eran simplemente palabras y ya, la gracias les venía de mezclarlas con otras palabras en todo caso. Pero Arleny insistía en que no, en que habían palabras cómicas, palabras que sonaban cómicas por si solas… y ponía el ejemplo de “tarántula,” “minino,” el nombre “Honore,” y el apellido que que inmortaliza el principio químico de “Le Châtelier.”

Hoy me pareció graciosa la palabra resolución. No se si porque me trae a la mente algo que ya esta resuelto, y no algo que esta por resolverse, o que esta en nuestro deseo resolver.  No se si porque me sonó a traducción literal de lo que sería en ingles New Year’s resolutions, aunque tampoco me vino a la cabeza una traducción mas apropiada.

En cualquier caso, quizás lo gracioso es que me di cuenta hoy, que una semana después del conteo regresivo, no tengo “resoluciones” para el 2012. Tengo planes, si, claro. Tengo sueños por sonar dormida y despierta, y viajes por hacer, y lugares por los que gravitar, y tiempos en los que perderme y encontrarme quizás. Tengo cosas que decir que me hacen cosquilla en la garganta y en la punta de los dedos, cosas que aun no digo ni escribo, cosas para las que su momento llegará. Y tengo una cartulina en blanco, con solo 2012 pintado a color, enmarcada y colgada en la pared del cuarto, esperando llenarse con recuerdos de esas aventuras que aun son futuro y no memoria.

Para ser honesta debo decir que mi cartulina no esta totalmente blanca, que mi hija tuvo a bien decorarla con su arte abstracto, ese que se repite en otras paredes de mi casa. Pero hoy creo que su arte tiene mucho que ver con mis resoluciones para este año, si por fin logro delimitarlas. Su arte, espontáneo y colorido, sin mucho sentido conceptual, es la esencia de mis planes, desordenados, errantes, contradictorios a veces, pero listos para planearse y replanearse y decorarse a si mismos según sople el viento, salga el sol y cambie la marea.

Aunque ya ha pasado mucho tiempo, se que Arleny aun escudriña sus alrededores buscando palabras cómicas. Se que aun “Le Châtelier” le parece gracioso. Hay cosas que no cambian por suerte. Por mi parte yo si espero las algunas cosas cambien, y que el arte eternamente inconcluso de mi cartulina 2012 empiece pronto a extenderse a su alredor, inspirando momentos dignos de ser enmarcadas en mi memoria. Esa es, si alguna, mi resolución para este año: vivir sin perderme la vida y acaparar cuanto pueda, para que el final, cuando el conteo regresivo empiece una vez mas y sea himno que se entone a medianoche, mi cartulina esté repleta de historias para guardar en el baúl de los recuerdos, listas para revivirse al contar.

10 pensamientos en “2012

  1. menos mal que quitaste lo que habias puesto en ese marquito en el 2011…Me tenia deprimida cada vez que pasaba por ahi…Suerte para este año (para todos!!)…

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